La planta de marihuana crea sus cannabinoides, los elementos que le otorgan sus efectos, en su forma ácida (THCA, CBDA, CBCA…). En este estado, son incapaces de provocar los efectos que los caracterizan. No obstante, al calentarlos a la temperatura adecuada, cambian su estructura molecular, activándose. Este proceso es al que se le conoce como descarboxilación de marihuana.
¿Qué es la descarboxilación de marihuana?
La descarboxilación es un proceso que activa los efectos de los cannabinoides presentes en las flores y hojas azucaradas de la planta mediante la aplicación de calor controlado durante un tiempo determinado. Normalmente se emplea un horno y, se lleva a cabo, sobre todo, cuando se va realizar una extracción o una receta con la materia vegetal.
Los cannabinoides, cuando se desarrollan en la planta están “desactivados”, es decir, no son capaces de provocar ni sus famosos efectos psicoactivos, ni sus efectos medicinales. La mayoría de las veces, la materia vegetal termina formando parte de un blunt, el cual se prende con un mechero. La temperatura que alcanza en este momento, descarboxila automáticamente los cannabinoides.
El problema llega cuando el material vegetal no se va a quemar, por lo que hay que emplear otros métodos para que se descarboxile.
¿Qué ocurre durante la descarboxilación?
La descarboxilación de marihuana es un proceso químico que se da cuando se aplica calor a la marihuana cruda, normalmente seca. Este proceso implica la liberación de dióxido de carbono (CO2) de los cannabinoides ácidos (THCA y CBDA), que provoca la ruptura de los enlaces químicos entre el CO2 y el cannabinoide. Como resultado, se libera CO2 y el cannabinoide ácido da paso a su forma activa.
Importancia de la temperatura
La temperatura es un factor crítico en el proceso de descarboxilación de marihuana. Para que sea efectiva, es necesario aplicar suficiente para activar los cannabinoides, pero no tanto como para que se degraden o se evaporen los cannabinoides. En general, se recomienda una temperatura entre 100 y 140ºC. Sin embargo, el tiempo depende de la técnica escogida. Lo que siempre hay que tener en cuenta, es que ambos factores pueden afectar a la calidad y potencia de los cannabinoides.
¿Cómo descarboxilar marihuana en el horno?
La marihuana se puede descarboxilar utilizando varios métodos, no obstante, el más recomendable por su controlabilidad y rapidez es en el horno. Para ello, sólo será necesario una bandeja limpia y papel de aluminio.
- Separa el material vegetal de las ramas de las flores secas, no es necesario pasarlo por el grinder.
- Precalienta el horno a 120ºC.
- Coloca el material vegetal en una bandeja para horno pequeña y cúbrela de papel de aluminio o crea un sobre con el papel dejando dentro las flores desmenuzadas.
- Hornea durante 30-35 minutos a unos 105ºC, revisando el estado de los cogollos y moviéndolos cada 10 min.
Este proceso también puede llevarse a cabo a menor temperatura durante más tiempo, siempre revisando el material vegetal horneado cada pocos minutos, pues si se quema, quedará inservible.
Otros métodos para descarboxilar marihuana
El horno es el medio más recomendado para la descarboxilación de marihuana. Sin embargo, las personas que no dispongan de este electrodoméstico pueden optar por métodos alternativos.
Método Sous-vide
Es un método de descarboxilación de marihuana relativamente nuevo y consiste en sellar la marihuana en una bolsa al vacío y sumergirla en agua caliente a una temperatura constante de 90-100°C durante varias horas. Es una forma mucho más precisa que el horno, ya que permite controlar en todo momento la temperatura exacta a la que se encuentra el cannabis, evitando además que se queme.
Otra de las principales ventajas de este método es su sutileza respecto al olor. Cuando se hornea es fácil que toda la casa huela a marihuana, mientras que con sous-vide, el aroma se reduce al interior de la bolsa.
Descarboxilación de marihuana en el microondas
La forma más rápida de descarboxilar marihuana es usando el microondas, aunque también es la más desaconsejada por la incapacidad de controlar el estado de las flores y la facilidad para quemarlas. Para este método hay que colocar los cogollos desmenuzados en un recipiente apto para microondas y calentarlos a intervalos de 10 a 20 segundos hasta que estén secos y crujientes.
Es muy importante tener cuidado para no sobrecalentar el material vegetal, pues si se quema perderá sus propiedades.
Usos y aplicaciones de la marihuana descarboxilada
La marihuana descarboxilada puede emplearse en blunts, pero los casos más comunes son aquellos en los que se necesita el cannabis para otros usos:
- Comestibles de cannabis. Para que el cannabis de las recetas cannábicas provoquen efectos, debe estar descarboxilado. Normalmente, se emplea para cocinar mantequilla, brownies o tés.
- Tinturas, aceites y otras extracciones cannábicas. Cada día son más las personas que utilizan marihuana descarboxilada para elaborar ungüentos medicinales con el objetivo de combatir los síntomas de enfermedades y afecciones mediante aceites, cremas o tinturas.
¿Cómo almacenar la marihuana descarboxilada?
Al igual que con el resto de cannabis, tras la descarboxilación de la marihuana se recomienda guardarla en un bote hermético donde no entre en contacto con el oxígeno, en un lugar fresco y oscuro. Es menester apuntar que, aún almacenando bien el cannabis, sus propiedades se van degradando conforme pasa el tiempo. Dependiendo de la calidad de la misma, puede aguantar de 6 meses a un par de años.