Las plantas de marihuana necesitan una serie de nutrientes para crecer sin carencias y de forma adecuada. Para poder sacarles el máximo potencial es preciso conocer cuáles son los macro y micro nutrientes que necesita en cada etapa del cultivo, cuáles son los que más demandan, y cuál es el momento óptimo en el que introducirlos en el plan de alimentación. Saber nutrirlas bien permitirá obtener su máximo rendimiento. Existen varias formas de aportar estos nutrientes a las plantas, entre las que destacamos dos, abono para plantas de marihuana y fertilizantes.
La principal diferencia entre ambos es que los abonos suelen ser sólidos y se utilizan para enriquecer la tierra donde se cultivará, aportando a dicha tierra los macro y micro nutrientes que necesitan las plantas de marihuana durante su desarrollo, además de mejorar la estructura del suelo y facilitar la absorción de nutrientes de las raíces.
Los abonos orgánicos suelen proceder de las heces de animales herbívoros, aunque también se extraen de otras fuentes, como las algas.
Abonos para plantas de marihuana
Estiércol
Es el abono más conocido y utilizado históricamente. Una vez se amontonan las heces hay que dejarla secar, si es posible en un lugar que alcance una cierta temperatura. De esta forma se higieniza y se eliminan las enfermedades que pudieran haber transmitido los animales. Entre los más conocidos se encuentran: el estiércol de caballo, de oveja, de conejo y de vaca.
El mayor problema que presentan los abonos de estiércol para las plantas de marihuana es el desconocimiento de las cantidades que contiene de cada macro y micro nutriente, siendo muy sencilla la sobrefertilización. No es recomendable para su uso en interior, pudiéndose usar en exterior en muy bajas dosis y observando diariamente la evolución tras su aplicación.
Abono a base de algas
Este tipo de abono está cada vez más demandado por los cultivadores, ya que aporta infinidad de beneficios de una manera biológica, ecológica y natural. Aporta macro y micro nutrientes, además de vitaminas, aminoácidos y fitohormonas vegetales. Estos abonos son más difíciles de hacer de manera casera por lo que habrá que adquirirlos en una tienda especializada.
Su uso está indicado para satisfacer las necesidades nutricionales de las plantas y en su etiquetado se pueden ver los valores que aporta de cada uno de los componentes que contiene. De esta manera es fácil de dosificar y saber en qué fase del cultivo tenemos que utilizarlo.
Compost
Como su nombre indica es el resultado de compostar restos y residuos de origen orgánico como sobras de comida y restos vegetales, entre otros. Éstos se someten a un proceso de compostaje con el fin de higienizarlos y estabilizarlos para hacerlos aptos como abono para el suelo donde se cultivarán las plantas de marihuana; mejorando la estructura del mismo, reactivando sus propiedades, y otorgándole mayor cantidad de nutrientes disponibles.
Es un abono especialmente indicado para la agricultura ecológica, pero al igual que ocurre con el estiércol, no podemos saber los valores de macro y micro nutriente que contiene, por lo que es más adecuado para uso en exterior; en plantas de temporada y en dosis muy controladas, siempre observando la evolución de las plantas tras su aplicación.
Si hacemos un pequeño estudio de cómo evolucionan las plantas después del tipo de compost que hemos utilizado, en qué situación y en qué cantidad; podremos llegar a conclusiones que nos permitan utilizar este tipo de abono de una manera más controlada. Hasta entonces hay que tener cuidado si decidimos alimentar las plantas con este tipo de materia.
Guano y humus
Estos dos abonos llevan una década dando unos resultados inmejorables en los cultivos de marihuana. Aportan nutrientes a nuestras plantas y podemos conocer sus valores de concentración, la dosificación y cómo reaccionan los vegetales cuando los aplicamos. El humus son heces de las lombrices. Es un producto que no sobrefertilizar las plantas y mejora de manera notable su fase de crecimiento.
El guano son heces de murciélago, las cuales tienen un gran porcentaje de fósforo, así como nitrógeno y potasio. Está indicado para su uso durante la fase de floración. Hay que tener en cuenta que es un producto de asimilación lenta, por lo que es más adecuado para plantas de cultivo largo. También hay que tener cuidado con la dosificación, al ser un producto bastante concentrado puede sobrefertilizar las plantas con facilidad.
Por otro lado, los fertilizantes se suelen presentar en estado líquido, con la intención de diluirlos en agua y aplicarlos mediante el riego a la maceta o suelo donde se encuentran las plantas cultivadas, estos suelen provenir de distintas fuentes, dependiendo de ellas se catalogan de una forma u otra.
Tipos de Fertilizantes para plantas de marihuana
Los fertilizantes para plantas de marihuana escogidos influirá en aspectos como el tiempo que ha de pasar entre una fertilización y otra, la cantidad a utilizar, o la necesidad de añadir o no futuros aditivos aplicaciones. El primer paso es elegir la composición de abono preferida para el cultivo.
Según su composición existen tres tipos de fertilizantes principales:
- Fertilizante químico: Los elementos que lo componen no son naturales pero las plantas los absorben y asimilan más rápido. Además, permiten controlar con exactitud la cantidad de nutrientes acogidos, permitiendo sacar el máximo rendimiento a la planta en lo que a producción se refiere.
- Fertilizante orgánico: Está compuesto de elementos naturales de origen vegetal y animal. El aporte de nutrientes es más variado que en el caso de los abonos químicos, otorgando a las plantas de marihuana más sabor y aroma. No obstante, su absorción es más lenta.
- Fertilizante orgánico-mineral: En este caso la composición es un híbrido de base orgánica a la que se le añaden nutrientes minerales. Es más fácil de emplear que el abono sólo químico o mineral y, una buena utilización, puede conseguir resultados muy parecidos a los obtenidos con un abono orgánico en las plantas de marihuana.
Escoger nutrir plantas de cannabis con fertilizantes químicos puede provocar que, al final del cultivo, el vegetal contienen sustancias tóxicas para el organismo, por ello no es recomendable su uso en plantas que se cultivan con la intención de consumirlas.
Aunque los fertilizantes químicos son realmente efectivos para sacar el mayor partido a una planta, afectan tanto a su aroma como a su sabor, produciendo un descenso en su calidad. Por otra parte, son pésimos para el medioambiente: las sales artificiales que contienen contaminan los suelos dejándolos estériles, incluso llegan a contaminar aguas subterráneas.
Aun siendo mucho más beneficioso el uso de abonos 100% orgánicos para las plantas de marihuana, existe una variedad orgánica que se combina con un componente mineral que en ocasiones podría utilizarse.
Abonos para plantas de marihuana orgánicos vs abonos orgánico-mineral
Ambos son considerados abonos orgánicos, pero sus beneficios para las plantas de marihuana son diferentes. La principal diferencia entre ambos es su composición y el tiempo de asimilación. Los abonos orgánicos únicamente contienen sustancias orgánicas de origen vegetal o animal. Son de absorción lenta por lo que tardan más en corregir una carencia. Los aditivos minerales suelen ser químicos, por lo que su absorción es casi inmediata, pudiendo regular los nutrientes succionados por la planta ipso facto. Sin embargo, con estos últimos es más fácil provocar un exceso de nutrición, que siempre será más complicado de solucionar que una carencia.
Los abonos orgánico-mineral también contienen una gran cantidad de parte orgánica pero ésta se mezcla con quelatos, un tipo de metales pesados que facilitan la absorción de los nutrientes acelerando la asimilación de éstos por la planta. Se han de utilizar con moderación, sobre todo en cualquier vegetal cultivado para el consumo, pues son dañinos para la salud. Por lo tanto, como regla general y siempre que sea posible, se ha de priorizar la salud a la inmediatez o maximización de resultados a la hora de escoger un abono para plantas de marihuana. Es decir, utilizar abonos orgánicos. Además, éstos aportan a las plantas de marihuana muchos más beneficios que el resto de abonos.