Conseguir un material cannábico de calidad no solo implica un cultivo adecuado durante los diferentes ciclos vitales de las plantas, sino que también es necesario realizar diferentes procesos fundamentales una vez se coseche la producción final. En este sentido, después de explicar en el post anterior la labor de secado de marihuana, en este artículo se detalla cómo curar cogollos de marihuana, técnica sencilla y agradecida, para la cual se exponen diferentes consejos, trucos y errores a evitar durante su realización.
¿Qué es el curado de marihuana?
Por definición, el curado de marihuana se define como el último proceso de conservación y maduración antes de disfrutar de los cogollos, cuyo principal objetivo es maximizar las propiedades organolépticas de las flores. En este sentido, esta labor permitirá convertir el humo áspero en uno más suave, además de posibilitar la degradación de algunas moléculas generadas durante el secado, como es el caso de los azúcares.
También, participa en la obtención de efectos más llevaderos, pues un curado que se extienda por más de unos meses será suficiente para que el THC se degrade hasta el punto de convertirse en CBN, un cannabinoide que produce una psicoactividad menor y sensaciones más sedantes.
¿Por qué es importante curar la marihuana?
Sin lugar a dudas, la cosecha es uno de los momentos más esperados y reconfortantes para todos los cultivadores, pues está considerado como el proceso mediante el que se obtiene la recompensa al trabajo realizado durante meses. No obstante, la labor del horticultor no acaba ahí, pues para obtener cogollos de gran calidad es conveniente llevar a cabo diferentes procesos consecutivos (manicurado, secado y curado). Respecto al último, es vital realizar un óptimo curado de los cogollos de cannabis después de secarlos, puesto que este proceso es capaz de potenciar los sabores y los aromas de las flores, mediante la correcta maduración de los terpenos y cannabinoides.
¿Cuánto tiempo se necesita para curar cogollos?
De una manera generalizada, el curado de cogollos de marihuana suele durar un mes de media, aunque según la variedad, es conveniente alargar este proceso incluso hasta cuatro semanas más, con el objetivo de realzar sus principales cualidades organolépticas. En este sentido, es necesario mantener unos valores higrométricos estables, que favorezcan un correcto curado. Por ello, se debe elevar la humedad relativa hasta un 60-65%, cuyo aumento permite hidratar los cogollos, mejorar el sabor y conseguir que las flores no se pudran ni sufran la propagación de moho.
Consejos para curar cogollos de marihuana
En primer lugar, una vez que los cogollos estén perfectamente secos, se debe separar los cogollos de los tallos y colocarlos en botes de cristal herméticos. Pese a que se pueden utilizar recipientes fabricados con otros materiales como metal, cerámica o plástico, los de cristal son los más empleados, puesto que permiten ver el interior y brindan un correcto curado.
Dentro de estos botes, es necesario completar su interior hasta un 70-75% de su capacidad, con la pretensión de permitir una mínima aireación en la parte superior. Tras ello, los recipientes se deben almacenar en una sala o habitación oscura, seca y fresca, a una temperatura ambiental de unos 21 ºC. Además, durante la primera semana, los botes se deben abrir en varias ocasiones durante el día para favorecer una mayor oxigenación de las flores.
Además, estas revisiones diarias permiten detectar de manera precoz la posible aparición de moho y otros hongos, así como el olor a amoníaco de los cogollos, síntoma que refleja un estado de secado insuficiente y la degradación de las flores provocadas por bacterias anaeróbicas. En cuanto a la posible infestación en algunas de las flores, si se diera el caso se debe extraer el cogollo infectado para que no se extienda al resto.
Una vez transcurridos estos primeros siete días, abrir los tarros se debe hacer cada dos o tres días. Como se ha comentado anteriormente, los cogollos estarán correctamente curados tras unas cuatro semanas, pero aguantar este proceso durante varias semanas más puede conseguir una mayor potencia, así como sabores más intensos. No obstante, un tiempo excesivo de curado, de más de 6 meses, puede restar calidad al producto final.
Después de este proceso, una vez ya estén adecuadamente curados, se podrán guardar los cogollos en los frascos utilizados, siempre que se haga en una habitación oscura y fresca, además de que los recipientes estén correctamente cerrados para evitar que se sequen más de lo necesario.
Un proceso clave para obtener cogollos de calidad
En definitiva, el curado de cogollos de marihuana se puede definir como un proceso posterior a la cosecha totalmente necesario y trascendental para conseguir un material cannábico de primera calidad. Cabe destacar que esta labor, como también ocurre con el envejecimiento del vino, requiere paciencia y experiencia, pues disfrutar de unas flores increíblemente sabrosas es posible si somos capaces de esperar unas semanas más después de cortar la cosecha.