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Cómo hacer un lavado de raíces de marihuana

El lavado de raíces es una técnica importante dentro del cultivo de la marihuana. Los cultivadores la realizan para desechar los restos de fertilizantes que pueda tener la planta, para conseguir así un mejor sabor y olor de la cosecha. 

Cuando una maceta está sobrealimentada, no absorbe los nutrientes de manera adecuada. Para ponerle solución, hay que hacer un lavado de raíces para que el agua arrastre todos estos componentes y se quede un sustrato totalmente limpio.

Los fertilizantes y abonos que quedan en la raíz, pueden provocar que la flor del cannabis tenga un sabor raro y su humo raspe en la garganta. Por lo que, se puede echar a perder una cosecha si no se realiza este proceso a tiempo. 

lavado de raices marihuana

Algunos cultivadores hacen un riego con abono y otro sin él para dejar descansar a las raíces, y así absorban mejor todos los nutrientes. Sin embargo, muchos optan por echar fertilizantes en cada riego, para asegurarse que la planta reciba los nutrientes necesarios para su desarrollo.

¿Cuándo hacer el lavado de raíces?

Esta actividad se realiza habitualmente para eliminar la sobrefertilización de la tierra donde se encuentra la marihuana. De esta manera, se descartan los nutrientes del suelo con el fin de dejar la tierra completamente limpia. Se recomienda llevar a cabo este proceso en las últimas semanas de la fase de floración. Concretamente, 15 o 20 días antes de comenzar la cosecha. Así, la planta se alimentará en esta última fase de los nutrientes residuales.

Si quedan restos de nutrientes, o la planta está sobrealimentada, se notará de manera negativa en la cosecha, ya que los cogollos serán de peor calidad.

Estos efectos se pueden observar a través de la decoloración de la planta. Si en las últimas semanas de floración las hojas continúan siendo verdes, se debe a un exceso de clorofila, y por tanto, de nutrientes. Al lavar las raíces y que la planta reciba menos alimento, las hojas se van poniendo amarillas, color que deben tener al final del cultivo. De esta forma se obtendrán los cogollos en las mejores condiciones.

En el caso de haber usado únicamente abono orgánico y no fertilizantes químicos, no es indispensable realizar el proceso de lavado de raíces.

raices de marihuana

¿Cómo realizar este lavado?

Para el lavado de raíz, hay que utilizar tres veces el volumen de la maceta utilizada. Es decir, si el recipiente es de 11 litros, habrá que añadir 33 litros de agua. El líquido se irá filtrando en la tierra y, poco a poco, la irá limpiando al eliminar el exceso de nutrientes y minerales que pueda contener. En este paso, hay que fijarse en el color del agua residual que va soltando la maceta. Se pondrá cada vez más clara, hasta que al final del proceso se vea un agua limpia.

Se debe regar despacio, dejando que el agua drene a través de la tierra. En ningún caso dejar la planta encharcada, ya que se puede ahogar. Habrá que repetir este proceso un par de veces más, hasta que el agua sea totalmente clara. 

Se puede utilizar agua de riego, aunque lo más recomendable es hacerlo con agua destilada o de ósmosis, ya que su EC y pH son los más adecuados. Deben rondar unos valores de 6,5 como máximo para el pH y 0,4 para la EC.

riego de raices

Una vez se ha llevado a cabo este proceso, es recomendable dejar que la tierra se seque, y la planta ya estaría lista para cortar. Siguiendo este proceso, se estará facilitando también el proceso de secado

En el caso de un cultivo hidropónico, el proceso de lavado de raíces de marihuana es mucho más sencillo. Únicamente habrá que llenar el depósito de agua y dejarlo durante unos días para eliminar los restos de nutrientes.

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