Combatir las diferentes plagas que pueden llegar a arruinar los cultivos de marihuana es una de las tareas más importantes para todo horticultor. Este tipo de enfermedades, ya sea a través de la propagación de insectos u hongos, puede terminar con el esfuerzo y el trabajo llevado a cabo durante meses, por lo que es conveniente conocer de manera detallada cómo puede afectar a las plantas y cómo se manifiesta, así como los múltiples remedios preventivos y consejos para frenar la expansión de estos patógenos por cogollos, hojas y tallos.
Diferentes plagas en la marihuana
A continuación, se detalla un listado con seis de las plagas más comunes en los cultivos de marihuana como son la mosca blanca, la araña roja, los trips, el oídio, la botrytis y el mildiu, las cuales se pueden convertir en auténticos quebraderos de cabeza para cualquier cannabicultor, sea cual sea su grado de experiencia.
Mosca blanca, plaga común en la marihuana
La mosca blanca -sin lugar a dudas- es la plaga más habitual en la marihuana, sobre todo bajo climas húmedos en épocas calurosas. Actualmente, se conocen más de 1.500 especies de este tipo de pequeños insectos (de 1 a 3 milímetros) dentro de la familia de los aleuródidos, los cuales presentan un aspecto pálido y un aparato bucal con el que se alimentan de las plantas mediante la succión de la savia existente en las mismas. Suelen proliferar en el envés de las hojas, aunque también pueden situarse en el tallo, causando un retroceso en el desarrollo de las cepas, así como la reducción de su capacidad productiva.
Como labor preventiva, es importante destacar la conveniencia de garantizar unas condiciones óptimas para conseguir unos ejemplares fuertes y resistentes, tanto si se va a cultivar en armarios como al aire libre. En este sentido, es necesario asegurar valores estables de temperatura y humedad relativa, así como efectuar un riego adecuado y mostrar especial atención al transcurso del desarrollo de las plantas para anticiparse a esta indeseable proliferación. Además, es importante aportar dosis precisas de macronutrientes esenciales como nitrógeno, cuyo exceso puede traducirse en un crecimiento desmedido con tejidos celulares endebles y fácilmente penetrables. Por el contrario, en exterior, es recomendable eliminar la maleza que rodea el cultivo, así como evitar la proliferación de hormigas.
Una vez hayan aparecido, cabe resaltar que es muy difícil de erradicar, ya que durante su periodo de vida -de hasta un mes- puede poner hasta 300 huevos cada vez que se reproduce. De ser así, es de vital importancia que se apliquen productos específicos como por ejemplo el aceite de neem en polvo, cuya acción propiciará la extinción de estos insectos.
Araña roja
Conocida científicamente como Tetranychus urticae, este ácaro de hasta 0,5 mm también está considerado como una de las mayores preocupaciones de los cannabicultores, normalmente en climas secos. Como ocurre con la mosca blanca, también se sitúa en el envés de las hojas, siendo realmente complicada de detectar a no ser que la acumulación de este tipo de insectos sea tan numerosa que se pueda apreciar finas telarañas. Al alimentarse de las paredes celulares de las plantas, crea unas pálidas manchas amarillas que terminarán por debilitar los ejemplares, reduciendo la capacidad fotosintética e incluso hasta inducirlas a la muerte.
Del mismo modo que ante otras plagas en la marihuana, es necesario garantizar una adecuada ventilación y extracción de aire dentro de la zona de cultivo. Además, también es aconsejable eliminar hierbas adventicias y propiciar un ambiente húmedo que dificulte su aparición y posterior proliferación. Asimismo, a parte de los productos que se han mencionado para erradicar la mosca blanca, también se pueden utilizar otros artículos como SMC Spidermite o tiras adhesivas azules, así como otros ácaros depredadores que ejerzan de lucha biológica, como el caso de la Pytoseiulus Persimilis, Feltiella acarisuga o Neoseiulus californicus.
Trips, plagas comunes en la marihuana
Artrópodos de color marrón y negro de 1 a 2 mm que exhiben un aparato bucal que ejerce de raedor, cuyo principal objetivo también son los tejidos celulares de las plantas, causando heridas que se manifiestan mediante la decoloración amarillenta en las hojas de los ejemplares. No obstante, no es un insecto que provoque directamente la muerte de las cepas, sino que puede propiciar la proliferación de hongos o la aparición de otro tipos de enfermedades mediante estas secreciones causadas por los trips. Respecto a esta plaga, sí que es fácilmente identificable, puesto que se encuentran en las hojas superiores y, tanto las marcas amarillentas como las excreciones en forma de punto negro, aparecen de manera dispar y nada uniforme, acercándose más a los bordes de las mismas y no al interior como la araña roja y la mosca blanca.
Para prevenir estas plagas en la marihuana, es necesario extremar las precauciones durante las diferentes fases vitales de las plantas, llevando a cabo una observación periódica, sobre todo atendiendo al envés de las hojas. Además, también es conveniente no sobrepasar la cantidad de abono durante la fase de crecimiento, puesto que podría provocar un exceso de nitrógeno que favorecería la aparición de trips. En el caso de que ya se hayan extendido, se pueden utilizar tanto insecticidas como Soil Care de Boom Nutrients, torta de Neem, epsonita, tierra de Diatomeas e incluso otro tipo de insectos depredadores como Orius laevigatus, Amblyseius cucumeris y Macrolophus caliginosus, entre otros.
Oídio
También conocido como blanquilla, este hongo perteneciente a la familia de las erisifáceas está considerado como una de las enfermedades más comunes en numerosas plantas. Este patógeno es fácil de detectar, puesto que exhibe una capa blanquecina de polvo en las hojas -formada por micelio y conidios-, que posteriormente podría afectar a los tallos y a las flores, inutilizando la cosecha por completo. Tanto en interior como al aire libre se debe extremar la precaución para evitar la propagación, puesto que se manifiesta de mayor manera cuando los valores de humedad relativa varían de manera descontrolada. Debido a la dificultad que puede reportar tratar esta enfermedad en una fase avanzada, es conveniente observar el estado de la cosecha con asiduidad, con el objetivo de detectar los primeros síntomas de forma temprana.
En referencia a la prevención, si se ha cultivado en interior es necesario situar los valores higrométricos entre el 40-60%, así como comprobar que el sistema de ventilación funciona correctamente. Si el cultivo se está llevando a cabo en espacios abiertos, las tareas de observación y control deben acentuarse durante primavera y verano, donde existe un mayor peligro de proliferación de oídio. Además, es recomendable propiciar el suficiente espacio entre los ejemplares para que el aire circule adecuadamente, así como retirar las hojas secas y evitar zonas con demasiada sombra.
De utilizar alguna clase de producto preventivo de formulación biológica, es altamente aconsejable la cola de caballo, así como el propóleo u Oidio Killer de Agrobacterias, destinado a eliminar este patógeno gracias a su formulación a base de Bacillus Amyloquefaciens, aminoácidos y potasio.
Botrytis
Hongo patógeno, popularmente denominado moho gris, que se ha posicionado como uno de los hongos más comunes dentro de los cultivos de marihuana, sobre todo durante las últimas semanas de la fase generativa y el posterior secado de los cogollos. Como ocurre con el resto de enfermedades similares que se han mencionado, uno de los factores más trascendentales a la hora de proliferar en dichas plantas es la humedad. También puede favorecer el desarrollo de esta enfermedad otras circunstancias como daños en los tallos, excreciones de orugas u hojas secas cercanas a las flores. Cabe destacar que los ejemplares con genes sativa son menos propensos, puesto que los cálices presentan una mayor aireación respecto a las índicas, dadas a ofrecer cogollos más prietos y compactos. Las esporas de este hongo parasitario de carácter necrotrófico destacan por una alta resistencia, por lo que se pueden desarrollar tanto en la planta como en hojas caídas, así como en otros restos de origen vegetal.
Es fácilmente identificable, puesto que se manifiesta mediante una película blanquecina que recubre tanto los cogollos como al resto de la planta, siendo posible que también aparezca durante la fase de crecimiento. Para observarla, en las hojas se apreciará un aspecto parcialmente necrosado, mientras que el tallo se volverá de color marrón y los cálices mostrarán un semblante pálido con tonalidades grisáceas y volviendo al textura de los mismos más seca.
Para evitar la reproducción es necesario mantener un cultivo limpio, con valores de temperatura y HR estables, además de mantener una correcta ventilación dentro de la zona dispuesta, ya sea armario u otro tipo de sala. No obstante, también se pueden utilizar productos preventivos como aceite de neem, harina de ortiga, al igual que Killer Boom, cuya función consiste en aumentar las defensas naturales de las plantas ante esta clase de patógenos perjudiciales.
Mildiu
Enfermedad similar al oídio, cuya diferencia reside en la capacidad de adentrarse en los tejidos vegetales situados en la zona área de los ejemplares. En primer lugar, se apreciarán manchas de pequeñas dimensiones en la parte superior de las hojas, con una coloración amarilla, que posteriormente se convertirán en una pálida capa de polvo en el envés de las hojas. Mediante la propagación por esporas, este patógeno suele desarrollarse con mayor velocidad bajo climatología adversa, donde constantes episodios de lluvia se traduzcan en una mayor temperatura y humedad.
Otras plagas comunes que pueden asolar el cultivo de marihuana
Estas seis plagas pueden ser consideradas como las más comunes respecto al cultivo de semillas de marihuana, pero no hay que descuidar la posible propagación de otros patógenos menos populares como pueden ser las cochinillas, orugas, gusanos, pulgones, mosca de la humedad, microácaros o el minador de hoja. Esta labor se torna más sencilla que nunca gracias a los innumerables productos, tanto químicos como orgánicos, que se pueden encontrar en el mercado. Como se ha hecho especial hincapié durante este artículo recopilatorio y como bien considera el sabio refranero español, “es mejor prevenir que curar”, por lo que es de vital importancia anticiparse a la propagación de estos insectos y hongos, puesto que podrían mermar e incluso destrozar por completo cualquier cosecha.